viernes, 15 de abril de 2011

Indígenas: Incas

Zona geográfica


Ellos organizaron un poderoso imperio cuya capital fue la ciudad de Cuzco, ubicada en la cordillera de los Andes a 4000 metros de altura. La region habitada por los incas contaba con costas desérticas, paisajes tropicales, altiplanos secos y fríos que a simple vista parecen uno de los ambientes menos propicios para la vida del hombre. Sin embargo, los hombres que la habitaron han demostrado a lo largo de muchos siglos, ser capaces no sólo de sobrevivir en tales circunstancias, sino también de dominar el medio geográfico y de crear una serie de civilizaciones florecientes. El Imperio inca, ocupó un vasto territorio de América del Sur, que comprende los actuales territorios de las Repúblicas de Perú, Ecuador, occidente de Bolivia, norte de Argentina, norte de Chile y el sur de Colombia. También dominaron el mar; posiblemente llegando hasta la Polinesia.

Vestimenta

La lana fue el material más usado para confeccionar sus vestimentas. Utilizaban técnicas textiles. La ropa típica era una túnica rectangular que se colocaba por la cabeza que se ceñía a la cintura con un lazo y cuya extensión llegaba hasta los tobillos. Sobre el vestido, llevaban una capa tejida de alpaca. Las damas de la nobleza tenían el privilegio de llevar telas más sofisticadas y coloridas, como así también capas de vicuña.
En cuanto al peinado, las mujeres lo usaban con una ralla al medio y muy largo. Al igual que la ropa, que no solo tenía carácter funcional, el cabello también connotaba estados particulares de la persona: durante el duelo se llevaba más corto, como signo de belleza representaba un especial cuidado, etc. Los peinados iban cubiertos con un pequeño manto llamado ñañaca o pancpacuna.
En relación con la vestimenta masculina, los hombres usaban un especie de poncho llamado onka que, normalmente, era tejido en alpaca. Encima de esta prenda, y en los días de frío, usaban una capa, también tejida, que se llamaba yacolla.

Desarrollo tecnológico
  • Uno de los avances tecnológicos mas importantes de los incas fueron sus famosos andenes, que semejaban una especie de peldaños de escalinatas separadas por paredes de piedra, para el mejor aprovechamiento del agua de lluvia. Fue un sistema de terrazas en las faldas de elevaciones de tierra, con las que crearon nuevas extensiones de cultivo. Igualmente servían para evitar los deslizamientos de tierra, previniendo los peligrosos.
  • Contaban con un sistema de irrigación, con los cuales los Incas desviaron los ríos y crearon lagunas con el fin de racionalizar su uso. Con ello, saciaban la sed de su pueblo e impulsaban su agronomía.
  • En la zona de Lambayeque, se desarrolló un avanzado sistema de canales. Los principales fueron el Canal Raca Rumi que unía los ríos Chancay con La Leche.
  • Otro de sus grandes logros, fue la construcción de puentes colgantes a grande alturas, para cruzar torrentosos ríos. Era para ellos muy familiar el uso de fibras naturales, no sólo para la fabricación de textiles y algunos tipos de arma, también sus famosos "Kipus" e igualmente para fabricar inmensas sogas que servirían de sostén a sus puentes colgantes.
  • Crearon el calendario inca: tenían un año de 365 días de doce meses o lunas, consumiendo los once días que sobran de luna, en los mismos meses. El inca Viracocha decretó un año de 12 meses que comenzaba con la luna nueva de enero.
Arquitectura

La arquitectura incaica es recia, funcional y de gran belleza; tiene solidez, es sencilla y simétrica. Existían 3 estilos en su estilo: el ciclópeo, realizado con grandes piedras, el poligonal, con piedras de muchos ángulos, y la imperial, de sillares rectangulares o cuadrados. Debido a su solidez, las estructuras llegaron hasta el presente. La construcción es antisísmica. El material mas utilizado es la piedra canteada.Los muros no tienen cimientos y se levantan inclinados hacia adentro, con un perfecto encastre de los bosques de piedra. Los incas utilizaron una decoración bastante sobria. El principal material utilizado fue la piedra. En las construcciones más simples era colocada sin tallar, no así en las más complejas e importantes. Los constructores incas desarrollaron técnicas para levantar muros enormes, verdaderos mosaicos formados por bloques de piedra tallada que encajaban perfectamente. Muchas veces esos bloques eran tan grandes que resulta difícil imaginar su colocación, las mejores muestras de esta habilidad se encuentran en la zona del Cuzco.


Forma de escritura

La escritura inca hace referencia al medio por el cual los Incas pudieron haber expresado en distintos materiales, textos o poemas de su lengua franca: el quechua.
Así, en el Perú de la antigüedad había dos formas de escritura:
  • Los tocapus y los quipus: conjunto de cuerdas, unas largas principales, de las cuales colgaban otras más pequeñas. El sistema consistía en una especie de soga pequeña de la que colgaban varios hilos. En esos hilos se hacían nudos de distintos tamaños y colores, que, según estuvieran más juntos o más separados, tenían significados diferentes.
  • Los tablones con pinturas almacenadas en el Poquencancha. Éste (una especie de biblioteca), donde se guardaban unas tablas muy parecidas a a las actuales de Sarhua, fue quemado en el siglo XVI, durante la llamada extirpación de idolatrías. De esa destrucción sólo se salvaron algunos que se remitieron a la corona española, pero no se sabe si naufragaron en su traslado, o fueron destruídos posteriormente, con ellos desaparecieron todas las muestras de esta escritura pictográfica.
También los tocapus y quipus fueron saqueados, aunque se conservan valiosos ejemplares.


Producción literaria

Antes de la conquista española existía una rica y variada literatura oral en el área del Imperio inca. Algunas muestras de poesía religiosa, narraciones y leyendas quechuas han llegado a nosotros gracias a que fueron transcritas por cronistas como Cristóbal de Molina, el Cuzqueño, autor de Fábulas y ritos de los incas (1573); Santa Cruz Pachacuti, indio evangelizado defensor de la Corona española, que escribió la Relación de antigüedades de este reyno del Pirú (1613), donde describe la religión y filosofía quechuas y recoge en lengua quechua algunos poemas de la tradición oral; el Inca Garcilaso de la Vega (1539-1616); y Felipe Guamán Poma de Ayala cuya obra Nueva crónica y buen gobierno permite reconstruir buena parte de la historia y genealogía de los incas, así como numerosos aspectos de la sociedad peruana posterior a la conquista. No existen registros escritos de sus textos literarios, sino existen  relatos que pertenecen a su tradición oral y que fueron transcriptos por los conquistadores españoles y sus cronistas.
Gracias a ellos y a otros cronistas del siglo XVII, una parte de este legado pervivió y es una fuente viva para la literatura posterior. Esa labor fue continuada mucho después por antropólogos, historiadores e investigadores modernos y contemporáneos; en este siglo, uno de los más influyentes es José María Arguedas, importante también por su obra novelística, que subraya la importancia del carácter bilingüe y multicultural del Perú.


Los Incas no conocieron la escritura, pero esto no fue obstáculo para que desarrollaran una literatura en lengua quechua en géneros como el épico, el dramático y el lírico. Debido a esto,los incas poseyeron un complejo sistema de cuerdas anudadas de carácter administrativo, su rica literatura se conserva gracias a las referencias y citas de cronistas, indígenas y a la labor del Inca Garcilaso de la Vega (siglo XVI).
De este modo, se ha podido rescatar del olvido una rica tradición oral compuesta por cantos religiosos, épicos, líricos y sentimentales, junto a un manuscrito quechua.
En los Comentarios Reales, se preocupa por el rescate de la cultura y la verdad de los incas en contra de las malas interpretaciones españolas.

El OLLANTAY:

Es un texto dramático descubierto en 1770 por Antonio Valdés, en Cuzco. La riqueza de su trama y el realismo de sus caracteres han atraído a estudiosos de distintas épocas y originando una polémica acerca del verdadero origen de la obra. La acción ha sido organizada en dos tiempos: la primera parte transcurre durante el reinado de Pachacútec y la segunda, en la época de Tupac Yupanqui en el siglo XV.

Cuenta con cuatro núcleos argumentales:

· el nacimiento del amor de Ollanta por Coyllur;
· la negativa del Inca en cuanto a permitir un matrimonio contrario a las leyes divinas;
· el rebelión de Ollanta;
· el final feliz como reconocimiento a la valentía del guerrero.

El Ollantay fue para algunos, compuesta durante el dominio inca por un poeta no identificado y ha llegado hasta nosotros por transmisión oral. Y para otros, la obra fue compuesta en el período precolombino.
Este obra fue escrita en verso y está dividida en cuatro actos. En esta obra se unen elementos naturales y sobrenaturales.
La secuencia dramática alcanza su clímax con el enfrentamiento de Ollanta, que regresa triunfante a poner su victoria a los pies de su señor.

Esta literatura está marcada por la preocupación que los artistas sienten por la situación de postración en que viven las masas indígenas. En la narrativa, esto se tradujo en el surgimiento de la novela indigenista, cuyas primeras manifestaciones las encontramos en el siglo XIX. Narciso Aréstegui (1824-1869) y Clorinda Matto de Turner son sus máximos exponentes.
Entre el siglo XIX y las dos primeras del siglo XX, la ciudad del Cusco cuenta con una amplia y variada producción teatral en lengua quechua. Son más de setenta las obras que se escribieron. Los mas conocidos fueron: Nicanor Jara, José Lucas Caparó y Nemesio Zúñiga Cazorla.

En el siglo XX, es casi imprescindible tener presente eso que podríamos llamar la "mitología literaria" del Cusco, que nos muestra sobre todo la imagen de una ciudad sagrada, cuna de la más alta civilización que floreció en suelo peruano hasta antes de la llegada de los europeos.
Valcárcel, con el libro "Del ayllu al imperio" (1925), exalta la grandeza de la antigua capital del imperio que mezcla el ensayo con la prosa poética y que desde entonces se cultiva incansablemente en el Cusco.

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